domingo, 30 de agosto de 2015

La puerta



Había negado la satisfacción de escucharle...
Deseos perdidos, esparcidos en el aire.

El recuerdo de lo que soy
y lo vivido seguía presente
aunque un tanto en el olvido.

Y de un solo golpe todo el conocimiento llegó,
como ese soplo que tanto se ansía y se espera.

Entonces, y sólo entonces
su revelación me asfixió y ahogó.

¿Por qué ahora? Porque toqué la puerta;
aquella prohibida, distante
y que creía perdida.

Antes, me escondía de ella
y ahora con total desquicia la añoro.

Ella se asoma silenciosa al final del túnel.
Allí está; quieta, solitaria, llena de sorpresas...

Por sus rendijas se ve el resplandor
que esconde en su interior.

Me grita con suaves susurros,
implorando que la palpe,
y entre por ella.

Sí, ella quiere que recuerde lo olvidado;
que rememore quien era y revelarme quien soy.

Ella me coquetea en la distancia
y en su mirada se refleja su deseo
de desnudarse ante mí y ante el mundo.

IRAY MILLET

3 comentarios:

  1. Detrás de la misteriosa puerta de Iray Millet hay una talentosa poesía.

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