martes, 3 de abril de 2018

El casamiento engañoso


Autor: Miguel de Cervantes (1547-1616)
Año de la obra: 1613

Un hombre llamado Campuzano, antiguo alférez, se encuentra al salir del Hospital de la Resurrección, en Valladolid, con su amigo el licenciado Peralta a quien le cuenta los sucesos de su boda. Declaró que un día entraron en la posada, donde estaban el capitán Pedro de Herrera y él, dos mujeres que trabaron conversación con ellos y que la que tenía unas blanquísimas manos engalanadas con valiosas sortijas y el rostro cubierto le aseguró que se lo mostraría si mandaba a un paje suyo seguirla hasta su casa. Los deseos de verla propiciaron que esto hiciese y cuando ella descubrió su faz desveló también sus intenciones de hacerle su esposo, obedecerle y servirle aportando para ello sus cualidades culinarias y, sobre todo, una rica dote. Esto despierta en Campuzano las ganas de aceptar su ofrecimiento por conseguir su dinero, como hizo finalmente.
Un día, cuando Estefanía de Caicedo, que así se llamaba la dama en cuestión, y su ya marido estaban aún en la cama de su nuevo hogar, llegaron a él doña Clementa Bueso, don Lope Meléndez de Almendárez, dos criados y una dueña llamada Hortigosa. Estefanía le dijo entonces a Campuzano que debían irse de allí, pues doña Clementa le había manifestado a don Lope que aquella casa era suya para poderse casar con él. Estefanía aseguro, además, que tal situación sólo duraría una semana. Así pues se marcharon a casa de una amiga suya. Cuando se encontraron a solas, la mencionada amiga quiso saber el motivo por el cual Campuzano se hallaba tan molesto y, al contárselo, ella le reveló la verdad: que esa casa era, en efecto, de doña Clementa Bueso y que el ardid que había utilizado ésta para casarse con don Lope era el mismo que la propia Estefanía empleó con él. Al sentirse engañado fue a buscarla furioso, pero ya no la encontró, ya que al enterarse de que había sido descubierta y temerosa de las intenciones de Campuzano se marchó definitivamente con el baúl de las pertenencias de éste.
Esta es la historia que narró el alférez Campuzano a su amigo el licenciado Peralta y lo que se puede decir que es la parte independiente de este relato porque, a continuación, el propio Campuzano sigue su discurso afirmando que, en el tiempo que estuvo convaleciente en el hospital, vio y escuchó que dos perros llamados Cipión y Berganza hablaban el uno con el otro en un interesante, concertado e inteligente coloquio. El relato finaliza en el instante en que Campuzano iba a revelar a Peralta lo que dijeron los perros, convirtiendo a <<El casamiento engañoso>> en el prólogo de <<El coloquio de los perros>>, siguiente novela ejemplar. Este hecho es el que más se puede resaltar. Sin embargo, no por esto deja de tener sentido el argumento de la obra que viene a decir algo así como vive engañando y acabarás engañado, ya que el propio Campuzano comenzó mintiendo a Estefanía haciéndola creer que sus abundantes adornos y joyas eran verdaderos y de riquísimo valor para hacerse con su fingida y supuesta hacienda, a pesar de que la buena vida y sus exquisitos tratos suavizasen un tanto tan ocultas y pérfidas intenciones. A consecuencia de esto resultó que quien poco tenía se casó por avaricia queriendo tener más con quien nada poseía y le acabó por robar. Con razón menciona Cervantes, al comienzo, el refrán de la época <<Quien casa por amores siempre vive con dolores>>. En resumen, el cazador acabó cazado en esta estupenda, entretenida y ocurrente novela ejemplar.

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