Pero
viendo sus ojos
se me
cae la promesa,
de
ignorar su presencia.
de
olvidar su existencia.
Y este
deseo que me quema
hacia
esa sensual sentencia.
Sus
labios me condenan
a una
cárcel bella.
Ojos de
diosa Azteca
con
fuego en sus venas,
con el
alma de una niña eterna
que ve
con el corazón y ama con vehemencia.
Mas mis
acciones me destierran
de su
corazón de doncella
y entre
más la veo, más me hundo en mi destierro.
Mas
siento una promesa a través del tiempo
que no
se ha cumplido con deseo,
que no
se ha cerrado el conjuro abierto.
Hasta
no cumplir el destino impuesto
no se
calmará nuestro desasosiego.
LEÓN
BONET
León Bonet ha compuesto un poema estupendo sobre el mágico, casi místico tema de la luna que tantas fantasías origina en los seres humanos.
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