—Antes de que vuelva papá debes haber terminado de
contar.
—Siempre me toca a mí, ¿es que no puede hacerlo él?
—Papá siempre está muy ocupado, y a ti te viene bien
aprender a contar; ya que no vas al colegio...
—Pero no voy porque vosotros no queréis.
—Es que cada cierto tiempo nos tenemos que mudar de
casa, como ya sabes. Papá no puede quedarse mucho en un mismo sitio.
—¿Y cuándo dejaremos de hacerlo?
—Cuando tengamos el dinero suficiente papá dejará de
trabajar y nos iremos a otro país.
—Dime cuánto llevas contado.
—Estos montones suman 100.000 euros.
ANTONIO
PÉREZ RUIZ
Oscura procedencia el de este dinero contado. Buen microrrelato de Antonio Pérez Ruíz.
ResponderEliminarCon la respuesta del niño se confirma la profesión de los padres y la prolongación en el tiempo de su proyecto.
ResponderEliminarComo si nada...
Un saludo
Ya lo creo, Yolanda, ya lo creo, y no es precisamente muy lícita. Lo que más me llama la atención es que sean unos niños los que cuenten el dinero...
EliminarUn saludo, amiga.