Mi alma vacía dejaste
camino sin rumbo, mente, reflejo vacío
emoción ninguna
sin prisas, muero a cada paso
sé tanto de ti, nada conozco
sensible, inteligente...
corazón duro como la piedra, parece
mas sé que no es, lo sé
te fuiste como llegaste
de la nada...
Increíble, vendiste sensibilidad
quedó corazón de barro
sin importarte muerta o viva ando
Navegué sin rumbo
entre sombras de glaciares,
encallé en bancos de arena,
anduve perdida entre la niebla,
capeé tornados y ciclones.
Fuerte, raudo y veloz
sobreviví al sol del desierto.
Más te faltó amigo mío…
Olvidaste descargar "Cómo sobrevivir al
desamor".
Nada de nada queda, sin más...
Rasgaron al aire mis suspiros,
la tormenta avanzó presurosa,
coronó el cielo mi sonrisa,
desató mi furia incauta,
rugió el viento, tremendo azote,
vibró el mundo desidia incierta,
trémula esperaba tus abrazos.
Tronó y asomó mi ira.
Calmó la sed en otra boca
con pesar y amargor
la vida sigue, ya nada quedó,
corazón de piedra, barro quizás...
MARÍA JOSÉ LUQUE FERNÁNDEZ
Un alma traicionada será siempre un alma herida.
ResponderEliminarToda una tormenta de sentimientos. Tiene fuerza.
ResponderEliminarUn saludo.
Una gran colaboración, sin duda, de Marijose Luque Fernández. Tan buena como las anteriores.
EliminarUn saludo y gracias por tu comentario, Yolanda.