A veces no puedo más,
recuerdo tu mirada
y miríadas de serpientes
me aprietan el alma.
Y entonces la sensación
repta hasta mi garganta,
me falta el oxigeno,
me sobran las palabras.
Se me salen los ojos de las órbitas,
y la cabeza, la cabeza me estalla
mil pedazos de cerebro
se reparten por mi cama.
No, no te tengo, ni siquiera sé
si te quise o te quiero,
pero te siento tan dentro,
como daga que corta mis entrañas.
Y aun así estas tan lejos
orgullosa y estirada,
ya ni me hablas,
para ti, soy carne de balada.
Nada y yo somos la misma palabra,
de ese amor no queda nada,
pero yo cariño mío, yo,
recuerdo tu mirada.
Pienso en ti cada mañana,
¿dónde?, ¿con quién?
y sobre todo, ¿por qué?,
te perdí yo o te gano él.
Camaleontoledo*
No hay comentarios:
Publicar un comentario