No sabes cuánto te quiero;
no sabes cuánto te amo;
desde el alba hasta el ocaso;
más allá del horizonte.
Este amor no puede borrarlo;
ni la parca ni la distancia;
es infinito, para toda la eternidad,
Y siempre te quiero abrazar.
Rodearte con mis brazos
y darte aquello que desees;
tú mi reina, yo tu súbdito;
siempre esclavo de tu ser.
Tus besos me dan la vida;
son tus caricias mi alegría;
es tu mirada ambrosía.
Cuando tu cuerpo y el mío
se funden en uno solo
nada puede separarnos.
Y las estrellas te miran
celosas de tu belleza
la luna te baña de plata
y más preciada pareces.
pero de por sí eres una joya;
tu hermosura es infinita;
no es preciso que los astros
alumbren tu figura con su luz.
Tu inteligencia es supina;
tu talento inigualable;
nuestro amor es infinito
y por ti rindo pleitesía.
LUIS FERNANDO RAMOS MARTÍN
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