martes, 30 de mayo de 2017

Gritos




Que fluyan las palabras

del ritmo enamoradas,

que callen los silencios,

que callen bajo el agua.


Que bailen ya los muertos

moviendo el esqueleto,

que saquen las guadañas,

que corten varios cuellos.


Que grite ya mi alma;

que llame a mi cerebro;

que empiece la locura;

que largo es este sueño.


Que hablen ya mis labios;

que griten sus lamentos;

que llegue la mañana;

que yo ya no te quiero…

Camaleontoledo*

martes, 23 de mayo de 2017

Tú... mi poesía




Si mi poesía, rozara tu piel

te diría con mis palabras

que de ti, vivo añorando

la tibieza de tu alma...

Mas constante vivo errante

pensativa y sin ti

admirando las bellezas

esas que despertaste en mí.

Mas las cumbres de lo alto

me acarician sin sentir

pues el viento trae tu aroma

y lo impregna mi vivir.

Es mi musa, la tristeza

que inspira a mi corazón

eres tú, mi gran motivo

mi delirio y mi pasión.

Es constante mi desvelo

mis palabras son de amor

inspiradas entre sueños

sin motivos..., sin razón.

CORAZÓN DE POESÍA

lunes, 15 de mayo de 2017

La noche




Ulula la noche

en su soledad maldita.

Se desliza entre miedos

y temores nublando

hasta el más común de los sentidos.

Eleva el zumbido de un absurdo

hasta el sinsentido.

Cada oscuridad danza

buscando sosiego y paz.

La noche se quiebra;

emigra con los miedos.

Adiós a la zozobra;

a los temores, al sinsentido.

Vuelve la calma, el equilibrio.

Es el día, la luz,

la vida en armonía.

ASUNCIÓN ALCOCEBA

domingo, 7 de mayo de 2017

A la madre de Dios




No existen palabras para ensalzar a la madre

que es todo para sus hijos

a veces sacrificándose; siempre pendiente de ellos…

Así es ella, así es la madre.

En su vientre nueve meses lleva a su hijo la madre

y al nacer ¡cuánta alegría!

Todo es gloría, todo paz

el contemplar a su hijo

que ya llegara a este mundo

para su felicidad.

Le cuida con gran esmero,

le contempla todo el día,

es el hijo de su amor por el cual daría su vida

y meciéndole en la cuna le canta y hasta se queda dormida…

Más el tiempo va deprisa

ya creciera, le llegó la pubertad

y la convivencia es dura…

dentro de su dulce hogar

donde jugaba y reía hoy no hay tranquilidad.

El hijo desobediente; a veces, insoportable

la madre todo tolera… por eso, porque es la madre.

Mas al correr de los años

se puso a formar pareja

y de casa se ausentó

sin recordar a su madre

que ha sido quien lo parió.

¡Cuánto le quiere la madre!

de su lado ya se fue; ella siempre preocupada

¿le irá mal o le irá bien?

y recordando a su hijo ha llegado la vejez.

llora en silencio la madre

¡tantas veces sola está!

apenas si se la escucha, ni cariño se la da.

Hasta el día de su muerte a su hijo queriendo está,

mas a éste apenas le importa,

le estorba… y así sortea a la madre

que con pena, de hogar en hogar la llevan…

Madre hermosa, madre buena

que en tu vida seas feliz

y que tus hijos te quieran.

MARÍA PRIETO