Duele el alma;
cuando la vida flagela;
cuando la razón te falta;
cuando llora el corazón.
Duele el alma;
cuando no existe el perdón;
y sí, en cambio, desazón;
y el mal gana a la calma.
Duele el alma;
cuando queda el dolor;
cuando se esfuma el amor;
cuando no hay más que odio.
Duele el alma;
ya la luz torna en sombra;
de la mente queda la locura;
y el allegro se vuelve adagio.
Duele el ama;
ya no hay remedio;
es la llama de la vida;
que se esfuma y se apaga.
LUIS FERNANDO RAMOS MARTÍN