miércoles, 26 de octubre de 2016

Fuimos




Yo era confidente de tus sábanas,

capitán de tus besos más osados,

cómplice nocturno de tus deseos más salvajes. 

Yo fui parte de la historia de tu boca, 

destinatario errante de tus versos sublimes 

y volé sobre tus ojos imaginando primaveras azules,

sembré flores en cada una de tus mejillas vírgenes. 

Yo fui parte de tu camino, de pasos blancos 

y maravillosos ecos de distancia.

Yo fui el preferido entre tus gustos tan selectivos

pero tú también amor mío, 

fuiste parte de mí, 

de mis letras más coloridas,

de mis pájaros más pequeños,

de mis mejores instantes de inspiración,

de las brillantes horas de insomnio, 

fuiste parte de mi destino, 

de un pasado que se resiste a morir, 

de un futuro incierto que no sabe cómo vivir. 

Fui, fuiste, fuimos, 

una historia inconclusa, perdonando tiempos,

clarificando enigmas, 

pero tan llena de amor…

ALEX

jueves, 20 de octubre de 2016

La pluma del amor





Verso tu piel

con la

suavidad

de mi pluma

con ella

recorro cada

centímetro

de tu cuerpo

me apoderó

de ti, y hago

de tu piel

mi lienzo.

viernes, 14 de octubre de 2016

Manantial de amor




Cuerpo de hombre, corazón vagabundo
sabes tú de qué manera me resucitas,
forjas en mis líneas blancas un suspiro revelador.
¡Ése!, ése que añora tu aliento
y se pierde en el universo de tu luz,
entre sábanas de seda y sueños de amor.
Escucha mi voz pérdida en la nada,
queriendo entrar en lo profundo de tu mirada…
¡Oh!, mi divino Ángel,
un impulso raro que me lleva a ti
y el viento sopla tu ausencia,
susurra tu nombre mi corazón.
¡Oh!, mi todo, aún perdido
en la profundidad del océano,
en la eternidad del mar.
Aguas claras y trasparentes,
¡cómo el manantial que tú me das...!
CORAZÓN DE POESÍA

jueves, 6 de octubre de 2016

Autoplastia



Corazones de acero embarcando en un solitario velero,

extrañas cicatrices que deforman sus rostros.

Una maleta vieja y sucia esperando en el umbral de la puerta,

desterrada de recuerdos e historias.

Aquellos fieles que se reúnen para dar su opinión sobre la vida.

Las luces que surcan el frío de tus ojos,

y unos cuantos francos en el puño.

Eres como el cazador, golpeando en tierra vacía,

soplando, soplando fuera de la lluvia.

Tierra de mar, te adentras a viajar, ¿a dónde?

¿a las profundidades, o a los albores de la gloria?

Pero cómo es posible retroceder en el tiempo,

tu alquimista lo descubrió

he hiciste autoplastia,

luces de primavera, balas de cañón y estrellas de agua y plata.

Heridas de sal que poco a poco fueron sanando,

sangre incultivable, como un ikebana al amanecer,

huiste del protervo viento.

Te bebiste el vértigo de los tacones,

fuiste actriz, abogado y payaso, robaste el Dorado.

Atravesaste los puños del tiempo,

con una aguja de coser te grabaste miradas apasionadas

en los ojos.

Bajel que cruza ciudades y mares,

tripulante sin manos ni corazón,

aquí no valen las amarras.

Coronaste la cima de los sueños, dibujaste el sol con un dedo,

de ti los muertos sienten celos.

No hay gota más pura que la de una lágrima,

no hay divisa más dura que la de seguir viva el alma.

ANDREA KEANE

domingo, 2 de octubre de 2016

Crónica de una muerte anunciada



Autor: Gabriel García Márquez (1927-2014)
Año de la obra: 1981

Narración del trágico final de Santiago Nasar en un pueblo de cobardes en el cual todos saben que le van a matar pero nadie le avisa o lo impide. Los autores del cruel y premeditado crimen son los gemelos Pedro y Pablo Vicario, hermanos de Ángela, que le degollaron como a un cerdo. Cuando ésta se casa con el adinerado y caprichoso forastero Bayardo San Román, que la rechaza al día siguiente  por no ser virgen tras propinarla una paliza. Tras preguntarla quién fue el causante de su deshonra miente y dice que fue Santiago Nasar, con lo que Pedro y Pablo Vicario salen a limpiar el honor de su hermana y preguntarán cómo por todo el pueblo. Valga como ejemplo de la incomprensible impasibilidad, que cuando Cristo Bedoya avisa al coronel Lázaro Aponte de las intenciones de los hermanos Vicario éste le promete ocuparse de ello, pero primero acude al Club Social a confirmar una partida de dominó y ya es tarde.
Algo ciertamente llamativo en la novela es la definición que Gabriel García Márquez hace en ella del padre de Bayardo San Román, Petronio, como un “héroe de las guerras civiles del siglo anterior, y una de las glorias  mayores del régimen conservador por haber puesto en fuga al coronel Aureliano Buendía”. Este último, como todos sabemos, es un destacado protagonista de la obra cumbre del autor, <<Cien años de soledad>>, y con este recurso narrativo tan particular seduce aún más al lector.
Finalmente, todos se arrepienten de su indigno comportamiento. Para no perderse la descripción esperpéntica de la autopsia. Un gran libro que merece ser leído.
Gabriel García Márquez es uno de los mejores autores de todos los tiempos. Escribió novelas tan destacadas como <<La hojarasca>> (1955), <<El coronel no tiene quien le escriba>> (1961), <<La mala hora>> (1962), <<Cien años de soledad>> (1967), <<Crónica de una muerte anunciada>> (1981) y <<Del amor y otros demonios>> (1994), entre otras muchas.
Recibió numerosos reconocimientos literarios y condecoraciones entre los que destacan el Premio Rómulo Gallegos (1972), el Premio Jorge Dimitrov por la Paz (1979), la Legión de Honor de Francia (1981) y el Premio Nobel de Literatura (1982).

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