mis ojos como brillan,
mi corazón como palpita,
mi alma tan calentita.
Y es porque te siento cerca,
mío, muy dentro de mí
sin miedos ni tonterías,
hoy tengo ganas de besarte
de estrujarte con mi abrazo,
de estrujarte con mi abrazo,
de comerte a pedazos,
de decirte que no puedo tener
todo este amor dentro.
Y solo se me ocurre dártelo de
a poco,
a cada segundo y en exceso,
unos kilos de mimos,
unos kilos de mimos,
unas toneladas de sexo,
miles de horas de besos,
años de charlas insulsas,
momentos grandiosos de risa,
noches de confesiones sin prisa,
días y días de miradas tiernas
y pícaras,
semanas enteras para las
preocupaciones
buscando juntos las soluciones,
tardes de chocolate para
recuerdos,
noches sin luna para lo que
duele dentro
y las estrelladas para mirar
con dulzura el paso del tiempo,
siestas de mimos hasta que
seamos viejos
y una vida completa para
mezclar todo,
pidiendo que solo perdure el
amor que nos tenemos.
Maravillosa poesía llena de sentimiento. Enhorabuena, Amelia.
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