sábado, 13 de febrero de 2016

Colacao




—Antes de que vuelva papá todo debe estar recogido.
Y bajo la atenta mirada de su hermana empezó a doblar los cartones, a plegar las mantas, a recoger algún que otro papel y colillas tirados por el suelo, a dejar cuidadosamente apilado todo en un rincón de esa habitación acogedora que llegó a ser aquel cajero automático.
Fuera el frio se agudizaba; comenzó a nevar. El niño abrigó bien a su hermanita pequeña, le colocó su gorrito y su bufanda y, tras darle un beso en la frente, le dijo:
—No te preocupes, papá no tardará en traernos el desayuno.

ANTONIO PÉREZ RUIZ

10 comentarios:

  1. Hermoso y tierno microrrelato de Antonio Pérez Ruiz sobre las básicas necesidades de todo niño y la misera de este mundo.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por la publicación y comentario. Además la foto me parece perfecta (aunque los sexos estén cambiados) para representar la idea que transmito en el micro.

    ResponderEliminar
  3. Absolutamente conmovedor y terrible. Este corto pero intenso relato nos abre los ojos a las crudas realidades de, por desgracia, muchos niños...
    Muy bueno :)

    Un saludo!!

    ResponderEliminar
  4. Gracias, Julia por leer y compartir. Me alegro que te gustara. A ver si es posible que llegue a ojos de alguien que tenga en sus manos la posibilidad de erradicar para siempre estas situaciones, sobre todo si hay niños de por medio.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Julia, por tu acertado comentario y mi enorme agradecimiento a Antonio, el autor de este maravilloso microrrelato, que nos ha hecho remover las conciencias, pues hay demasiadas personas que sufren verdaderas penalidades en este mundo, incluidos niños. Como tú bien dices, ojalá lo leyese alguien que pusiese remedio a esta vergonzosa situación.

      Un saludo literario a ambos.

      Eliminar
  5. La necesidad vista a través de los ojos de los niños... Pese a la fría y dura circunstancia, el amor y calidez fraterna no se extinguen... Gracias por compartirlo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los niños, con su inocencia, son los más sinceros indicadores de esa necesidad que tú tan acertadamente mencionas. Desgraciadamente ellos son los más débiles y no deberían padecer estas situaciones tan vergonzosas. Sólo el amor de los suyos atenúa tan injusta suerte.
      Muchas gracias, Carol, por tu comentario.
      ¡Saludos, amiga escritora!

      Eliminar
    2. Y gracias a ti por leerlo. Fue una propuesta que presenté al concurso de microrrelatos "La ventana", programa radiofónico de la cadena SER (España). Ni que decir tiene que no fue seleccionado finalista.

      Eliminar
    3. O había una gran calidad en ese concurso o los miembros del jurado no captaron el mensaje del microrrelato, porque es muy bueno y tierno. En Club del novelista está gustando.
      Un saludo y gracias, nuevamente, por tu comentario y por participar.

      Eliminar
    4. Sobre gustos no hay nada escrito. Quizá sería conveniente hacerlo, jajaja. De todos modos me quedo con esa apreciación de los seguidores del club.

      Eliminar