Yo
sé, señora mía,
que
aunque lo niegue,
he
sido parte de sus delirios,
habitué
de sus pensamientos
mas
ocultos y los más deseados,
sé
que, más de una vez,
imaginó
que tocaba su puerta,
abriendo
su día con un beso y cerrando la noche
entre
abrazos desesperados y miradas húmedas
sé
que usted sólo mira hacia el horizonte,
y
que su risa pinta de azul todos los espacios de la vida,
no
tema reconocerlo señora mía,
porque
yo admito también,
que
usted es la rosa más perfecta
de
mi jardín herido,
que
es mi guerrera nocturna, escudo de mi amor,
mi
más sublime poema añejo
que
se quedó a vivir entres mis venas y el alba,
pero
sé, que de vez en cuando,
algunas
gotas con mi nombre,
resbalan
por su espalda,
estremeciéndole
la piel y acaso el alma.
ALEX
Alex nos ha deleitado con unos versos magníficos. ¡Bravo!
ResponderEliminarPrecioso poema, me ha gustado mucho. Romanticismo y nostalgia en estado puro :)
ResponderEliminar¡Un saludo!
Gracias por tu comentario, Julia, creo que es bastante acertado.
EliminarUn saludo literario y amigo.
Lindo poema, en el que el amor no acaba con un adiós.
ResponderEliminarUn saludo
Un amor de verdad es eterno, Yolanda, es la máxima expresión de humanidad y sentimiento que una persona es capaz de realizar.
EliminarGracias por tu comentario. Un saludo literario.
Lindo,romántico y parece imposible. Delicado como una rosa. Un saludo para esa alma de donde brotó el poema.
ResponderEliminarCoincido contigo, estimada amiga de Club del novelista. Es un poema de una belleza indudable que transmite al lector ese mágico sentimiento que es el amor.
EliminarGracias por tu comentario y un saludo.