Había una joven
triste
en el bosque de
los versos,
de metáforas
celestes
era todo su
universo.
En sus ojos
brillaban
estrellas y
cometas
que surcaban su
interior,
soñaba con ser
poeta,
dibujar mundos
mágicos
ayudada por su
musa,
ya que era muy romántica
a la par que
melancólica.
La luna del cielo
miró
y soñó que la
acunaba
entre sus cuernos
dorados
que formaban una
cuna
y que las
estrellitas
le cantaban una
nana
refiriéndose a
una niña
que comía una
manzana,
no la del Paraíso,
ya que ésta
estaba sana.
Habita en un gran
jardín
formado por
bellas flores
de tonos
multicolores,
baladas
encadenadas
y primaveras
soñadas.
LUIS FERNANDO
RAMOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario