Me
quedaré
con
las noches
que
escribieron poesías
a
la madrugada,
me
quedaré
con
las lunas
que
volcaron sueños
de
porcelana,
me
quedaré
con
el infinito
que
lloviznó
estrellas
de nácar.
Aunque
nadie desate
los
nudos de la nostalgia,
aunque
todos
rehúyan
a la tristeza,
aunque
el mundo
se
quede sin habla
yo
seguiré
trenzando
versos,
pintando
metáforas,
escalando
quimeras,
bordeando
baladas,
seguiré
bailando
al
compás de una guitarra.
Y
me quedaré...
aun
cuando los amaneceres
asomen
sin colores,
aun
cuando el horizonte
tirite
de frío y llore de rabia.
Me
quedaré...
aun
cuando el corazón
pierda
la sonrisa
y
el alma... la magia.
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