En noche de faros dormidos te conocí.
Te refugiabas en el abrigo maternal,
cálido e inexpugnable. El esplendor
de tu piel anunciaba firme vitalidad,
certeza traidora e incierta que borró
la consciencia del ruin despotismo del azar.
En días de nubes claras finjo que tal vez
te escapes un rato de la eternidad.
KASSIUS HEID (Twitter: @heidkassius)
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