viernes, 10 de abril de 2015

Solamente el amor



Tantas miradas, tantos suspiros,

tantos sexos cómplices,

tantos estallidos de nuestros cuerpos y espíritus;

almas y mentes en frenéticas muertes

hacia el sueño postorgásmico.

Tantas hembras que yo amé

bajo el juramento de amarme.

... y hoy, después de tantos siglos enamorado

de la mujer y del amor,

después de tantos holas y adioses,

con los surcos en mi piel,

y el cabello helado,

los ojos secos sin miradas ni lágrimas

que permitan ser espejo del pasado

a tanta nostalgia, recuerdos y melancolía,

mientras la nada espera envolver y abrazar

mi cuerpo y mi espíritu,

ensañándose en el último expirar,

aconsejo al niño del vientre de la mujer

que más me amó y me ama,

a esa última generación de mi amor,

del amor hacia mí y de mi ser,

que apure el tiempo exiguo de su vida

en respetar el horizonte de mi mirada,

y volcarse incivilmente en la misma senda,

siendo homenaje, tributo y despojo

hasta el último latido,

del amor, el deseo, los sueños,

el placer y el dolor sucesivos e intermitentes

que genera en algunos,

que nos empeñamos en ser

solamente el amor.

JOSÉ ÁNGEL GRAÑA ABAD

1 comentario:

  1. Que duda cabe que el amor es lo más grande que se puede tener y compartir y aquello que nos hace más humanos.

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