Con tu permiso.
Sin tu permiso.
No es necesario.
He visto una parte
de ti
en ese lugar
a esa hora
Irrepetible.
No alcanzaste a
vestirte,
yo tampoco
Qué desnudez
aquella
cuando el peso de
tus ojos
te llevó el rostro
hacia abajo
y miraste el suelo
buscando un lugar
para esconder tu sonrisa.
He visto esa parte
de ti
que llovizna
y me la he llevado
a casa.
El peso de tus ojos
me lleva el rostro
hacia abajo
donde también busco
un lugar para posar mi sonrisa
y encuentro la tuya
y anochece
y las nubes me
tapan las estrellas
y llovizna
y llovizna
y ambos empapados
del rocío de la noche
nos miramos a los
ojos
a distancia
sin sospechar que
de verdad lo hacemos
y dibujamos en el
viento
algo más cercano a
un beso
que a una sonrisa.
FRANCO VALENZUELA
Encantadora y profunda poesía de Franco Valenzuela.
ResponderEliminar