jueves, 22 de noviembre de 2018

La unilateralidad



El tren se paró en las vías que hacían frontera con la zona padana. Los pasajeros estaban desconcertados. Las puertas se abrieron de par en par. Nadie se movía. Nadie hablaba. Nadie sabía nada. Todos tragaban saliva. El pánico se había adueñado de los vagones. La noche se estaba volviendo fría y muy incierta. El tren estaba detenido en mitad de los carriles con Padania. Los viajeros sintieron latidos de corazón en la garganta. El pánico calaba en sus huesos.
—¡Bajad de los trenes! ¡Esto es Padania! —exclamó el maquinista.
Todos los que iban en el tren se quedaron estupefactos.
Andrés Ramos, el presidente del Parlamento Padano, guardó la compostura. Tenía el cuello estirado. Su gesto serio apenas mostraba arrepentimiento. Las cámaras mantenían el foco en él. Mantenía el rostro sereno. El parlamento había tomado una decisión correcta.
—Sí, cierto. El Parlamento ha aprobado esta tarde la declaración unilateral de independencia de Padania —sentenció con frialdad.
Los cámaras y ayudantes que estaban en esa entrevista estaban completamente paralizados. Había quebrado la convivencia y se mostraba conforme con la decisión de su parlamento.
—¿Se puede estar seguro de tomar una decisión así después de saber que Romano Prodi se haya marchado a las islas africanas? —preguntó la periodista.
—Nadie invitó al Rey a que se marchara —respondió.
—Cierto, pero ¿no consideras que el exilio de una autoridad como es el Presidente de la República es llegar demasiado lejos? —insistió.
—En absoluto —negó con la cabeza.
La tranquilidad del presidente del Parlamento padano les inquietó. Había provocado una catástrofe institucional y no mostraba ningún arrepentimiento por ello. Andrés había concedido una entrevista como otra más. En su realidad “paralela” no había sucedido nada. Era una sesión ordinaria más en la que se celebraba algo más.

ÓSCAR ALONSO TENORIO

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