Si el cielo pudiera alcanzar
solo con extender mi mano
te acariciaría suavemente
y te traería de vuelta a mí.
Eres mi vida entera,
el gran tesoro que yo tuve,
pero siempre estaremos juntos,
aunque sea en el pensamiento,
de eso no podrán privarnos.
Siempre juntos, siempre unidos,
nadie logrará separarnos,
ya que es un cariño puro
de una madre a su hijo
y de este hacia su madre
a la cual rinde pleitesía.
La muerte no es barrera,
solo una etapa más
hasta volverse a abrazar.
LUIS FERNANDO RAMOS MARTÍN
Muchísimas gracias, Carmen. Todo por y para ella, mi madre. Saludos.
ResponderEliminar