Había negado la satisfacción de escucharle...
Deseos perdidos, esparcidos en el aire.
El recuerdo de lo que soy
y lo vivido seguía presente
aunque un tanto en el olvido.
Y de un solo golpe todo el conocimiento llegó,
como ese soplo que tanto se ansía y se espera.
Entonces, y sólo entonces
su revelación me asfixió y ahogó.
¿Por qué ahora? Porque toqué la puerta;
aquella prohibida, distante
y que creía perdida.
Antes, me escondía de ella
y ahora con total desquicia la añoro.
Ella se asoma silenciosa al final del túnel.
Allí está; quieta, solitaria, llena de sorpresas...
Por sus rendijas se ve el resplandor
que esconde en su interior.
Me grita con suaves susurros,
implorando que la palpe,
y entre por ella.
Sí, ella quiere que recuerde lo olvidado;
que rememore quien era y revelarme quien soy.
Ella me coquetea en la distancia
y en su mirada se refleja su deseo
de desnudarse ante mí y ante el mundo.
IRAY MILLET
Detrás de la misteriosa puerta de Iray Millet hay una talentosa poesía.
ResponderEliminarGracias por la oportunidad! Abrazos
EliminarA ti, estimada escritora. Gracias por tu participación y tu comentario.
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