viernes, 11 de septiembre de 2015

En los páramos del limbo



Ayer me despedí para siempre.
Hasta que en los páramos infinitos del destino,
sólo como algo etéreo, volvamos a coincidir.
Allí donde la nada lo es todo.

Allá donde sin palabras ni gestos,
sin miradas sin lágrimas ni sonrisas
en ese limbo en el que tú y yo

ya no seremos nada.
Ni piel ni huesos.
Ni especies ni océanos.

Donde no duela porque ya no existamos.
Decir adiós y te quiero.

LETRAS Y FOTOGRAFÍA:
MARÍA JOSÉ LUQUE FERNÁNDEZ 













3 comentarios:

  1. Un buen ejemplo de lo triste que puede llegar a ser decir adiós al amor de tu vida.

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  2. Gracias amigo, por traer mis letras a tu espacio.. Es difícil decir adiós cuando el amor se impregna en la piel y queda en el corazón. Pero es la mejor opción y lección... Si amas es mejor dejar marchar.....

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    1. Evidentemente, cuando la llama del amor se apaga en tu pareja lo mejor, si quieres de verdad, es dejarla marchar de su lado. No hay mayor tortura que un amor no correspondido. Gracias por tu espléndida poesía y por tu comentario.

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