Autor:
José Zorrilla (1817-1893)
Año de la obra: 1844
Recreación
del mito de Don Juan Tenorio, ese personaje tan mujeriego como audaz y
desvergonzado, que fue mencionado por primera vez por Tirso de Molina en su
novela <<El burlador de Sevilla y convidado de piedra>> en el año
1619.
Dividida
en dos actos, narra en el primero, que comienza en la noche de carnaval, como
en una taberna dos amigos y rivales se reencuentran tras el tiempo convenido
para contar su número de conquistas y abandonos. Los apostantes son don Luis
Mejía y don Juan Tenorio quien apostará además que antes de llegar al día
siguiente le quitará a su prometida, Ana de Pantoja y enamorará a doña Inés, una
monja novicia a quien le prometió su mano el Comendador de Calatrava, don
Gonzalo de Ulloa al propio don Juan en un futuro. Pero el Comendador lo oye y
deshace el enlace. Al saberlo, don Juan, que logró finalmente la apuesta,
suplica a este último a que se volviese atrás y al no hacerlo le mata a él y a
don Luis Mejía posteriormente.
La parte
segunda se sitúa cinco años después en el panteón de los Tenorio adonde llega
don Juan de vuelta a Sevilla. Allí estaban enterrados don Luis Mejía y el
Comendador, además de doña Inés, muerta de pena al saber que nunca volverá a
estar junto a su amado don Juan. El fantasma de ésta se le aparecerá para
advertirle que morirá antes de las doce de la noche. Llegan el Capitán
Centellas y Avellaneda, amigos de don Juan Tenorio quien les invita a cenar
junto al Comendador, pese a estar muerto. Este último se les aparece en forma
de estatua y le mandará al infierno a morir. Más tarde, a la hora estipulada,
don Juan muere en un enfrentamiento con el Capitán Centellas, sin embargo, no
irá al infierno sino al cielo al interceder por él doña Inés y así estarán
juntos para siempre.
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ha gustado? Recomiéndalo y coméntalo, así como los anteriores libros.
¿No es verdad ángel de amor que este insigne autor escribió una genial obra que gusta siempre al lector?
ResponderEliminarCierto amigo y de todo se aprende.
ResponderEliminarBuscando yo, como vos,
A mi aliento empresas grandes,
Dije: ¿Do iré, ¡vive Dios!,
De amor y lides en pos,
Que vaya mejor que a Flandes?
Sabias palabras, amiga lectora y escritora.
EliminarUn saludo y gracias por tu comentario.