Pareció
mucho,
mas se hizo
efímero el tiempo
que pude
tener tu voz a diario.
Sólo tu voz,
no tengo nada más.
Sí, voz que
caló en cada poro de mi ser,
haciendo
vibrar hasta mis más ocultos sentidos.
Sentidos que
a flor de piel entregué
sin reparos, sin
mezquindad.
Di todo de mí,
pero la distancia sería la mayor prueba.
Me enamoraste
con los ojos vendados,
me aferré a
tus manos y atrapaste mi corazón.
Como un ideal
probé las mieles del placer,
me elevaste
al cielo. Sonreí. Volví a existir.
Sin pensar en
razones o argumentos,
la ilusión de
adorarte sin medida,
da fuerzas a
mi camino.
Hermoso
sendero de espinas,
de lucha por
tu amor.
Deseo de ti
hacia mí un sentimiento real,
que quizás no
merezco,
pero
desfalleceré en el intento.
Estupenda poesía. Una preciosa y apasionada declaración de amor.
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