Año de la obra: 1330
Obra
escrita en castellano antiguo que cuenta la vida del propio autor y sus amores,
ficticios o no. Él, al menos, se convierte en el personaje central referente de
una historia salpicada de fábulas y moralejas que ilustran los consejos que se
dan para amar bien y evitar pecar para lograr los fines. Ciertamente el autor
confunde en algunos instantes al lector pues tan pronto deja constancia de su
condición eclesiástica, sobre todo en las primeras y últimas páginas, como en
las intermedias deja caer, muy levemente eso sí, algún comentario que, sin ser
ni mucho menos escandaloso, llama la atención entre tanta religiosidad. La obra
es hermosa cuando ésta es resaltada en todo su esplendor y muy amenas sus
fábulas.
Existen
pasajes bastante conocidos como la pelea con don Amor, que es una disputa
verbal entre el autor, que le acusa de ser la causa de los siete pecados
capitales, y dicho sentimiento que se afana en dar lecciones de cómo han de ser
la mujer y su galán. También es notoria la lucha entre don Carnal y doña
Cuaresma, de la cual sale vencedor el primero. Pero hay un capítulo como es el
episodio de don Melón y doña Endrina que requiere un comentario aparte. En él se
cuenta como Urraca, la vieja Trotaconventos, se entrevista con doña Endrina
para que acepte los amores de don Melón de la Huerta. Acuerda con ellos una
entrevista en casa de la vieja que los engaña y encierra. Finalmente, se casarán los dos amantes.
La vieja
Trotaconventos es una alcahueta que, como su propio nombre indica, corre de
convento en convento llevando mensajes de amor a las religiosas es de baja
condición pero sumamente astuta e inteligente. Sin ningún lugar a dudas el
personaje más interesante de la obra porque es el precedente de la Celestina.
Como
curiosidad, el Arcipreste de Hita se define físicamente <<El cuerpo a muy
grant, miembros largos, trefudo, la cabeza non chica, velloso, pescoçudo. El
cuello non muy luengo, cabel´prieto, orejudo…etc.>>.
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ha gustado? Recomiéndalo y coméntalo, así como los anteriores libros.
Estupenda obra. Todo un compendio de amores escrito en castellano antiguo.
ResponderEliminarMe han entrado ganas de volver a leerlo.
ResponderEliminarGracias Luis.
Un abrazo
Un buen libro y en especial un clásico es siempre recomendable releerlo de vez en cuando. Este, por ejemplo, tiene muchos matices y su prosa en castellano antiguo enriquece sumamente al lector de cultura.
EliminarGracias por el comentario, Yolanda. Un saludo literario.
Gracias por recordarnos "El libro del buen amor", todo un clásico, obligada lectura en el instituto, que después fue releído varias veces y que aún conservo.... Besos y lindo día querido amigo Luis Fernando!!!
ResponderEliminarPara mí ha sido un gusto publicar en Club del novelista la reseña de esta obra. El hecho de que esté escrita en castellano antiguo la convierte en una de las lecturas imprescindibles para conocer el origen de la literatura hispana.
EliminarGracias por tu comentario y un beso, amiga.