El legado de
un manuscrito misterioso es enviado por correo certificado a un escritor,
periodista, que trabajaba a tiempo parcial en la redacción de un periódico
llamado, THE NEW JORK JOURNAL. Robert era un escritor famoso y sus libros se
publicaban siendo Best Seller por todo el mundo. Pero a causa de una ruptura
sentimental se vio abocado a una depresión. Su mejor amigo, Daniel, psicólogo
de profesión, le ayudó a superar su trauma. Robert siempre había sido reacio a
las terapias psicológicas, pero sumido en el caos donde estaba aceptó la ayuda
de su amigo. Uno de los mejores consejos que recibiría de su amigo, sería
volver de nuevo a la redacción del periódico, ya que estuvo unos meses de baja
laboral y recuperar las ganas de escribir. Robert siempre le estaría agradecido
a Daniel por su ayuda desinteresada, y por el gran aprecio que sentían ambos
desde la infancia.
Recuperado de
su depresión volvió al periódico para hablar con el jefe de redacción para que
le dieran el alta y poder trabajar de nuevo. Su jefe Williams se alegró de su
pronta recuperación, y le admitió de inmediato, dado que era un buen columnista
y sus artículos de opinión eran muy valorados. Recibió una buena acogida por
parte de sus compañeros de profesión, que se alegraron mucho al tenerlo de
vuelta.
Un 9 de enero
de 1997 recibió por correo certificado un manuscrito antiguo en la redacción
del periódico; que iba dirigido a su nombre, Robert Smith. Cuando Robert
regresó a su mesa de trabajo, vio un paquete certificado que procedía de
Londres. Intrigado, abrió el paquete y extrajo un manuscrito antiguo que en un
primer momento no entendía por qué se lo enviaban a él, y además llegaba sin remitente.
Una pequeña hoja adjunta al manuscrito decía: “no mostrar a nadie más, su vida
corre peligro”. Atónito ante semejante mensaje, pensó que podía ser una broma
de mal gusto, pero al observar con detenimiento el manuscrito, se dio cuenta
que podía ser auténtico dada la antigüedad del papel. Aunque lo verificaría más
tarde. Decidió guardarlo en su cartera, y leerlo más tarde.
La
impaciencia le devoraba, como periodista quería averiguar la máxima información
y como escritor sentía la tentación de coger su vieja máquina de escribir, en
su cabeza se agolpaban miles de ideas para un nuevo libro. Tuvo que esperar a
terminar su columna diaria para poder marcharse a casa.
Sobre las
ocho de la noche regresaba a su casa, cansado pero muy intrigado por la sorpresa,
Se quitó su chaqueta, la corbata y los zapatos, quería sentirse cómodo, cogió
un par de cervezas del frigorífico y se preparó un sándwich. Cansado de tratar
de averiguar se durmió en el sofá. Esa misma noche tuvo un sueño
desconcertante, soñó que viajaba a Londres y se citaba con un hombre de aspecto
siniestro vestido de negro, con una capa que le cubría el rostro. Era una noche
sin luna con neblina por aquellas calles del viejo suburbio de Londres, apenas
las farolas viejas y desgastadas iluminaban el pavimento. El hombre siniestro
le indico con gestos que se acercase a una vieja taberna, La Taberna de la Dama
Gris, presuntamente con el fantasma de Dorothy. Sobre las tres de la mañana,
Robert se despertó muy agitado, el corazón parecía que estaba a punto de
salirse del cuerpo. Era tan real el sueño que creyó haber viajado a Londres esa
misma noche. Se preparó un té y continuó con el manuscrito, no terminaba de
entender el significado de dicho manuscrito y por qué peligraba su vida. Al
parecer el documento estaba escrito en latín muy antiguo, con alguna referencia
masónica, pero sobre todo un extraño dibujo al final del manuscrito, donde se
veía unas ruinas de un castillo en llamas y una
llave encima de un libro con tapas negras. ¿Qué significaba la simbología
del dibujo y los enigmas que encerrarían la llave y el libro con las tapas
negras? Alrededor de las 5:30 comenzó a vestirse para dirigirse a la redacción
del periódico, cogió su cartera e introdujo el manuscrito y documentos que
tenía sobre la mesa. Cuando llegó a la redacción, lo primero que hizo fue
pedirle a su compañera un par de aspirinas y un vaso grande con agua. Todavía
no había terminado de ingerir el agua con las pastillas efervescentes, cuando irrumpió
su jefe de redacción.
—Buenos días Robert,
no te sientes a escribir que hoy tienes que viajar a Londres a cubrirme una
noticia. En media hora te quiero en el aeropuerto.
Robert
asintió nervioso con la cabeza la orden de su jefe, se volvió hacía su
compañera Jennifer dándole las gracias por las pastillas. Y sin más dilación se
marchó, caminó hacia el aeropuerto. Cogió un taxi y en el trayecto pensó que no
había tomado nada para desayunar, deseaba llegar pronto al aeropuerto para
comer algo y tomar un café cargado, necesitaba despejarse, pensar con claridad,
quizás el viaje a Londres lograra calmar su ansiedad. Sentado junto a la
ventana del avión pensó en llamar a su amigo Daniel, contarle todo lo que le
estaba pasando, pero decidió hacerlo más tarde cuando llegara a su destino.
Robert cubrió
la noticia en Londres, se trataba de un asesinato de un hombre que dirigía una
tienda de antigüedades, y la desaparición de objetos valiosos. Envió por fax la
noticia a su redacción en Nueva York, estaba cansado quería regresar al hotel
darse una ducha y dormir algunas horas antes de regresar. En el trayecto hacia
el hotel quiso caminar un poco, pero de repente mientras caminaba visualizo el
sueño de la noche anterior, se desvió de su camino y entró por una calle
estrecha, estaba oscureciendo cuando una extraña neblina de color blanquecina
lo envolvió. Cerró los ojos y cuando los quiso abrir estaba delante de La Taberna
La Dama Gris.
Extendió su
mano para poder alcanzar el pomo de la puerta. ¿Quizá el fantasma de Dorothy le
revelaría los secretos del manuscrito, la llave y el extraño libro con las
tapas negras?...
RAQUEL CARDONA @Raquel2453
Buen relato de Raquel @Raquel2453 que ya nos dleitó con "El secreto de Marie" (ver enlace a éste en la sección "Autores del club").
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