Ingrávida tristeza, aléjate de mí.
No quiero; no siento tus dominios.
No ha lugar para tu hechizo. Vete.
Recoge tus lunas; odio tus anhelos.
Llévate tu daga oxidada por tanta lágrima.
Me ahogo en este sollozo.
¡Adios tristeza! No necesito tus noches.
Quédate tus días; No veo su luz.
No te pertenezco. ¡Vete tristeza!
No quiero nada. Huye de mí.
Necesito mi sol;
que la luna me acune.
Preciso de mi sonrisa
¿Dónde te encuentras?
Te busco y no te halló.
Tristeza; devuélvemela.
No te pertenece. Libérala.
Ella volverá a mí, si la dejas
marchar.
ASUNCIÓN ALCOCEBA
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