Qué
feliz soy cuando te veo
y
tus besos rozan mi cuerpo,
y
mis manos cogen tus besos,
hablan
nuestras miradas
y
nos quedamos en silencio.
Qué
feliz entrelazando nuestros cuerpos;
acariciando
nuestra piel y nuestros sexos;
descongelando
los polos;
explotando
el infierno;
extenuándonos
de amor y placer;
fundiéndonos
en un abrazo eterno;
en
un sólo ser, en un sólo cuerpo;
en
un sólo mundo, en un universo;
en
una pasión, en sólo un te quiero.
Camaleontoledo*
Me gusta este poema se ve el sentimiento
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