Una
diminuta luz atenuaba los pequeños rincones del espacio. Destellos reflectantes
dejaban vislumbrar ciertas partes previamente desconocidas que deseaban
permanecer escondidas. Paulatinamente la llama se desvanecía para dejar paso a
la completa oscuridad.
EL BÚHO LECTOR
No hay comentarios:
Publicar un comentario