Año de la obra: 1887
Es una
parodia de los relatos de terror en la cual un embajador estadounidense algo
pedante, llamado Hiram B. Otis, se traslada a un castillo encantado de
Inglaterra con su mujer, Miss Lucrecia R. Tappan y sus hijos, Washington, Miss
Virginia E. Otis y los gemelos, Barras y Estrellas. He aquí el carácter
patriota de dicho embajador.
Lord
Canterville, dueño anterior del castillo, le advierte que el fantasma de Sir
Simon de Canterville pulula por aquel lugar desde que éste asesinó a su esposa,
Lady Eleonore de Canterville. Pero el señor Otis, estadounidense moderno y
práctico, desoye tales advertencias. Así, su familia y él, se instalan allí,
burlándose constantemente del pobre fantasma debido a su indiferencia ante los
fenómenos paranormales. Incluso Washington y los gemelos Barras y Estrellas le
gastan bromas, algunas muy pesadas. Martirizado, el pobre espectro se encierra
para no salir más. Pero un día, la dulce Virginia, quien nunca le ha gastado
una broma, le encuentra, le anima y le reconforta. Él la dice que va a
desaparecer definitivamente para ir al infierno. Ella, por su parte, le dice
que le acompañará para darle energías porque, según el fantasma, las Fuerzas
del Mal nada pueden hacer contra una niña inocente. Así, tras desaparecer unas
horas, Virginia reaparece con un pequeño cofre de joyas en las manos, el de los
Canterville, que le ha dado el fantasma. El esqueleto de éste es enterrado y perdonado
por Dios, quien le convierte en un ángel y le llevará al cielo en un final
feliz.
Meses más
tarde, Virginia se casa con su abnegado novio Cecil, el Duque de Cheshire.
Como nota
curiosa, las numerosas marcas comerciales que se mencionan, cosa que aumenta la
parodia. También, el radical cambio de registro que hace el autor de la
comicidad del relato, el cual lo finaliza en un romanticismo casi místico.
Óscar
Wilde sólo escribió una novela, <<El retrato de Dorian Gray>>
(1891). Entre sus obras de teatro hay que destacar <<El abanico de Lady
Windermere>> (1892), <<Una mujer sin importancia>> (1893) y
<<La importancia de llamarse Ernesto>> (1895). También cuentos como
<<El crimen de Lord Arthur Saville>> (1891) y tragedias como
<<Salomé>> (1891).
¿Te
ha gustado? Recomiéndalo y coméntalo, así como los anteriores libros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario