Año de la obra: 1613
En esta
novela ejemplar de Miguel de Cervantes éste narra el ambiente del mundo gitano
por medio de una quinceañera y hermosa gitana llamada, por su aspecto,
Preciosa. Dicha joven, modelo de virtud, discreción y belleza, como los autores
de la época solían definir a sus protagonistas femeninas, fue criada por una
vieja gitana como nieta suya y le enseñó cuantas habilidades sabía, tales como
danzar, cantar y recitar versos. De su donaire, su gracia, su porte y su
personalidad quedaban todos, tanto payos como gitanos, cautivados así como de
su hermosura. Se crio de forma errante por Castilla y un día, al llegar a
Madrid, un joven paje poeta le entrega un romance con un escudo de oro en su
interior para que lo recite si es su gusto. Al muchacho en poco o nada le
importará que lo haga o no pues son versos en su alabanza. Con ciertas
reticencias ella lo acepta y se despiden.
Una
mañana, se encontrará por el camino con un joven caballero que afirma
pertenecer a la nobleza y ser conocido en toda la corte, en la cual pretende
entrar su padre. Le confesará su amor y le dará cien escudos en prenda de éste.
Preciosa en un principio no querrá coger el dinero por parecerle que esas
monedas pretendían comprar su cariño y para ser su esposa le pondrá dos
condiciones: asegurarse primero de que era cierto lo que le había dicho y que
conviviese con los gitanos, como uno más de ellos, durante un par de años para
comprobar si tras los mismos continuaba enamorado. Juan de Cárcamo, que así se
llamaba aquel hombre, aceptó tales condiciones y convinieron en verse días más
tarde. Entretanto el poeta dio una nueva copla a la gitanilla. En sus
averiguaciones Preciosa acabó en casa de Juan de Cárcamo, que también se
hallaba allí junto a otros hombres. Al danzar se le cayó a Preciosa la copla
del poeta al suelo que fue leída indiscretamente en voz alta por uno de los
asistentes. Al oírla, Juan quedó turbado de celos y comprendió que su empresa
no sería nada fácil.
Cuando
don Juan llegó al campamento gitano, haciendo ver a su padre que había partido
a Flandes como soldado, le cambiaron el nombre por el de Andrés Caballero y le
instaron a robar para sobrevivir. Sin embargo, la honradez de éste le impedía
hurtar y compraba siempre su botín haciendo ver que era lo robado.
Cuando el
aduar de los gitanos se asentó en Extremadura, llegó a él de forma disimulada
el paje poeta. Al conocerle Preciosa se lo comunica a su prometido el cual,
celoso, se propuso averiguar sus verdaderas intenciones y supo que se llamaba
Alonso Hurtado, que huía de la justicia por un incidente en el que se había
visto mezclado y que quería marchar a Sevilla o a Cartagena entre los gitanos
para luego pasar a Italia. Así pues le acogieron como a uno más, le cambiaron
su nombre por el de Clemente y fueron a Murcia. Una vez allí se alojaron en un
mesón y ocurrió que la hija de la mesonera, Juana Carducha, se enamoró de
Andrés. Ella al verse rechazada por éste, despechada, puso entre sus cosas joyas
suyas e hizo que le detuviesen por ladrón. Al ver esto un soldado le abofeteó y
entonces de Andrés salió su natural hidalguía y por haber afrentado su honor le
mató. Muchos gitanos fueron prendidos, Clemente pudo huir y Andrés fue
condenado a muerte. Preciosa, desolada, suplicó a la mujer del Corregidor el
indulto. Cuando ésta y su esposo comenzaban a compadecerse, la vieja gitana
reveló que Preciosa fue hurtada por ella y que, en realidad, era Constanza, la
hija que ellos perdieron hace años. Tras comprobarlo se descubre la verdadera
identidad de Andrés y su inocencia en el robo. Finalmente, son perdonados los
gitanos y casados Preciosa (Constanza) y Andrés (don Juan de Cárcamo).
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ha gustado? Recomiéndalo y coméntalo, así como los anteriores libros.
La Gitanilla es una interesante Novela Ejemplar de Cervantes. No se la pierdan.
ResponderEliminarMe habló de tu blog alguien cercano al ti,y como los libros son una de las partes de mi vida más importante.
ResponderEliminar-desde que aprendí a leer, se puede decir que siempre tengo algún libro empezado- Tuve el interés de hacerme seguidor de tú blog.
Te felicito por esta gran labor que haces, pues todos los espacios que contribuyan a hacer más lectores, merecen el reconocimiento de todos los que amamos la buena literatura.
El buen comentario que haces de -La gitana llamo, me ha devuelto el placer que sentí, cuando yo mismo leí, esta obra de nuestro Cervantes
Perdón la errata. Quiero decir -La gitanilla
ResponderEliminarGracias, Zavalita. Tus palabras son tan hermosas y halagadoras como tu cultura. Es bueno difundir la literatura y eso es lo que pretende Club del novelista. Ser un espacio para incitar a leer y releer y servir de ventana creativa a las personas que gustan de expresar sus sentimientos en forma de pequeños relatos y poesías. Gracias por tu comentario y por ser seguidor de este Club literario. Un saludo.
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