Existen
millares de palabras
para un alma
enamorada,
pero todas
son borradas
con lo dulce
de una mirada.
Sólo se puede
dar
lo que guarda
un alma,
lo salvaje de
un instinto,
la ternura
que guarda el alba.
La noche
suspira sueños,
tan inmensa
es su oscuridad,
las almas
navegan errantes
en amor y
soledad.
Pero quién ha
escrito lo correcto,
la exactitud
de un sentir,
si de todo
son sólo momentos
que jamás se
podrán describir.
No es tan
fácil el olvido,
fácil es sólo
recordar,
son instantes
ya vividos
y que jamás
se dejan terminar.
La memoria de
un amor
donde se
describen los anhelos,
de época, de
tiempo, de lugar,
tan fugaz
como el viento, es recordar…
CORAZÓN DE
POESÍA
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