—¿Quieres
jugar conmigo? —me preguntó el viento mientras revolvía mi cabello.
Sin
hacerle caso seguí mirando las nubes del cielo que, en silencio, iban
desfilando una encima de la otra.
—¡Anímate!
—me insistió— Caminemos por el jardín, deshojemos flores, movamos las ramas de
los árboles mientras te cuento algunas cosas.
Comencé
a caminar despacio, como con miedo de maltratar el césped. A mis pies les gustó
sentir la humedad de la verde alfombra. Cerré los ojos y toqué las suaves hojas
y las ásperas ramas de un árbol. Era bonita la sensación que sentía al
disfrutar de estas cosas pequeñas.
—No
hay que dejar pasar la vida. No se puede mirar la vida desde una ventana —me
susurró el viento—. Éste es el momento. Tu momento. Todos tus deseos se
realizarán, sólo tienes que vivir intensamente.
El
viento jugó con mi falda hasta hacerme sonreír.
ANNA
GUTIÉRREZ @LunaSerena28
Un texto realmente precioso y evocador; respira positividad a cada letra. Muy cierto, la vida está para experimentarla y no para verla pasar a prudente distancia :)
ResponderEliminarUn saludo a ambos :)
Hola, Julia!
EliminarSoy Anna Gutiérrez. Te agradezco mucho el comentario sobre mi relato. Me alegra que te haya gustado.
Un saludo desde Texas, USA.
En mi opinión el relato de Anna Gutiérrez es un pequeño cuento de hadas, unas letras marcadas por la magia y la sabiduría del viento que nos indica el camino que debemos recorrer en la vida y nuestra actitud ante ella.
EliminarUn saludo para las dos y muchas gracias por el comentario.
Gracias a ti, Luis Fernando, por la oportunidad de participar.
ResponderEliminarSaludos.
Anna.